A veces, mejor diría casi siempre, somos muy desagradecidos con las personas que más nos apoyan y elogiamos a aquellas que circunstancialmente provocan un destello deslumbrante en nuestros ojos.
Este es el caso de la Negra, mi mujer. En todas las actividades de cohetería, que por supuesto a la Negra no le pegan como a mi, me ha estado acompañando en forma PERMANENTE.
Lo lamentable es que NUNCA lo dije y eso ha sido una falta de respeto MUY GRANDE hacia ella.
Lo único que puedo hacer es reconocer su FUNDAMENTAL compañía en esta aventura personal.
Lo último que quiero es no contar con su apoyo y ayuda ya que todo dejaría de tener sentido y sería muy cuesta arriba.
Delante de esta gigantesca comunidad le pido disculpas y quiero reconocer su enorme apoyo a todas las locuras que hago lo cual me hace un tipo difícil de seguir.
Lo único que espero es que vuelva a leer el blog.
Un beso Negra.
Taba